Un pequeño Edén en la selva
En uno de mis viajes a la selva de Panamá (Parque Nacional Soberanía), tuve la suerte de cruzarme con un mítico guía de aves, Tony Nunnery.
Me encontraba en plena vorágine fotográfica, ya que tras muchísimo tiempo queriendo fotografiar un especimen de colibrí ermitaño, al fin lo tenía en frente y además colaborándome.4 flashes, un fondo desplegable gigante, sensores de movimiento...un arsenal fotográfico que no pasó desapercibido y que llamó la atención de Tony.
Nos pusimos a hablar, e inmediatamente comprobó mi pasión por los colibrís y por inmortalizarlos en posiciones nunca antes vistas.Me dijo: "tienes que venir a Ecuador, mas de 20 especies en mi jardín".Me quedé sin palabras, no pude sino apuntar toda la información que me dió, y al regresar a España profundizar y procesar todo lo que pude averiguar.
Tandayapa es una zona casi sin explotar del bosque nuboso de Ecuador.Así como Mindo es conocido por su riqueza animal, Tandayapa aun no está plenamente explorada a nivel turístico, a pesar de estar tan cerca.
Cuando llegué vi el increíble potencial de la zona, mis ojos no podian parar de acumular "pantallazos" virtuales y mi sentido de macrero también estaba alerta (anfibios, serpientes e insectos).Pero lo que realmente atrajo mi atención y absorbió el 99% de mi tiempo a lo largo de los 8 dias que pasé allí fueron los colibrís.En esta época del año eran unas 20 las especies que residían allí.ALUCINANTE.
Mi alojamiento estaba a media altura en la montaña, con lo que nos visitaban aves tanto de baja altura como de alta.Sólo 2 especies se negaban a subir hasta Pacha Quindi.
Mi cabaña era cómoda y amplia, disponia de gas para cocinar y lo único que eché de menos era la electricidad necesaria para cargar las mas de 28 pilas recargables de mi equipo y baterías.Para eso Tony puso a mi disposición una bateria recargada mediante un panel solar (lamentablemente el sol no salió mas de un dia por lo que tuve que aprovechar y recargar cuando visitaba otros lugares).
La paz y la energia de esta zona sólo creo haberla sentido igual en Costa Rica, concretamente en Monteverde.
Tony y Barbara son los propietarios de este pequeño paraiso, y se empeñan en tenerlo limpio de ramas y en mantener a raya a la hambrienta selva ávida de recuperar lo que es suyo.
Nada mas llegar, dejé mis maletas y saqué mi equipo, en 30minutos tenia todo montado y ya me encontraba disparando a uno de los ejemplares de colibrí mas bellos del planeta (colibrí cola espátula o booted racket-tail).
Desde aquí agradezco su hospitalidad a esta entrañable pareja que un dia decidió dejarlo todo por un pedacito de tierra explotada, y que con mucho esfuerzo e inversiones han conseguido convertir de nuevo en selva, y en un lugar maravilloso donde sentirse de nuevo en armonía con la naturaleza.
Gracias!
http://www.pachaquindi.com/
Travel and Nature Photography. Specialized in macro/micro photography. Always eager to know new places.
domingo, 12 de abril de 2015
Premio del público en el Smithsonian Photo Contest 2014 !!!
People's Choice, Smithsonian Photo Contest 2014
Qué hace a una foto ganadora?
Lo sé, es una pregunta muy directa para empezar una entrada al blog, pero como fotógrafo siempre me he preguntado, qué es exactamente lo que hace que una foto guste y qué es lo que no..
Tengo en mi poder cientos de miles de fotos, acumuladas durante los años que llevo en esto, y aun ahora dudo a la hora de elegir qué fotos compartir y cuáles no.
Más duro aún suele ser el tema de la selección de fotografías para concursos, ya que hay que tener en cuenta el posible gusto de los jueces y la "tendencia" a nivel temático del concurso.
Este año, como siempre, dudé.Y es que a pesar de tener imágenes impactantes, uno no siempre acierta en la elección.
Apesar de esto, hay ocasiones muy puntuales en las que uno sabe que cuenta con una foto especial, una foto que puede ser "ganadora". Sinceramente, esto sólo me ha pasado en 4 o 5 ocasiones, y no en todas he acabado teniendo éxito...Una de ellas fue la foto del caballero y su corcel (Agalychnis Callidryas y Dynastes Hercules), que acabó finalista en el concurso Sony World Photo, otra fue mi foto finalista el año pasado en el mismo concurso de Smithsonian, y la última la que se ha llevado el premio del público hace tan sólo una semana.
Ahora me encuentro ilusionado en la fase final de otro grandísimo concurso fotográfico, y la verdad, siento más que nunca la inseguridad y la incertidumbre...habré elegido bien las fotos?
:)
Un abrazo
Nicolas
Qué hace a una foto ganadora?
Lo sé, es una pregunta muy directa para empezar una entrada al blog, pero como fotógrafo siempre me he preguntado, qué es exactamente lo que hace que una foto guste y qué es lo que no..
Tengo en mi poder cientos de miles de fotos, acumuladas durante los años que llevo en esto, y aun ahora dudo a la hora de elegir qué fotos compartir y cuáles no.
Más duro aún suele ser el tema de la selección de fotografías para concursos, ya que hay que tener en cuenta el posible gusto de los jueces y la "tendencia" a nivel temático del concurso.
Este año, como siempre, dudé.Y es que a pesar de tener imágenes impactantes, uno no siempre acierta en la elección.
Apesar de esto, hay ocasiones muy puntuales en las que uno sabe que cuenta con una foto especial, una foto que puede ser "ganadora". Sinceramente, esto sólo me ha pasado en 4 o 5 ocasiones, y no en todas he acabado teniendo éxito...Una de ellas fue la foto del caballero y su corcel (Agalychnis Callidryas y Dynastes Hercules), que acabó finalista en el concurso Sony World Photo, otra fue mi foto finalista el año pasado en el mismo concurso de Smithsonian, y la última la que se ha llevado el premio del público hace tan sólo una semana.
Ahora me encuentro ilusionado en la fase final de otro grandísimo concurso fotográfico, y la verdad, siento más que nunca la inseguridad y la incertidumbre...habré elegido bien las fotos?
:)
Un abrazo
Nicolas
domingo, 4 de enero de 2015
El fin de una búsqueda y el comienzo de un año nuevo...
Llegué al Rainforest Discovery Center sin saber qué era lo que me iba a encontrar. Cargué con todo el equipo y madrugué para sacarle a la jornada todo el jugo, despertarse a las 5 de la mañana solo es un pequeño sacrificio si uno acaba logrando aunque solo sea una parte de lo que desea...
Aún no había salido el sol cuando aparqué en mitad de la selva, impaciente ya por ver a los colibrís... los que ya fotografié y los que aun se me resisten o directamente huyen de mi objetivo.
El Panamá Rainforest Discovery Center se encuentra en el Pipeline Road en los límites de Parque Nacional Soberania a sólo 40 min de la ciudad de Panamá.
Es un proyecto de ecoturismo y educación ambiental administrado por la Fundación Avifauna Eugene Eisenmann, cuyo objetivo es la conservación de las aves a través de proyectos de sostenibilidad ambiental.
El lugar no sólo no defrauda sino que es absolutamente recomendable, por
emplazamiento, funcionamiento, por la gente que allí trabaja, la
colaboración que ofrecen y los planes de mejora que tienen a corto
plazo. Desde ya mismo sé que pronto volveré por allí.
Enseguida me sentí como en casa, acomodé mi set up con la colaboración de un hada buena que vela por ese lugar toda la jornada y a la que debo mucho, pues su café recién hecho me mantuvo alerta todo el día a pesar del calor y la tremenda humedad. Además me proporcionó todo el apoyo, información y sonrisas de sobra para llenar el día de trabajo de buena energía.
Como lo bueno llama a lo bueno y las horas dan para hablar de mucho y preguntar de todo, comenté que llevo un sinnúmero de viajes por Costa Rica buscando a la hormiga guerrera (army ant). Como en otras ocasiones me informaron de que acostumbraba a pasar por allí, pero ese día en concreto, no nos había visitado.
Conformado con el eterno plantón de esa hormiga esquiva, seguí a lo mío, ajustando el foco, los flashes y conjurando al ermitaño colilargo, que siempre ha sido el más tímido y elusivo de todos los colibrís que he visto.
Mientras los colibrís zumban alocados alrededor del bebedero y se emborrachan de almíbar, yo les doy la espalda para relajar mi vista unos minutos y, de repente, ahí estan. Una fila de cientos de ajetreadas "guerreras" suben pared arriba del mirador y allí, atolondrada detrás de una columna de madera me encuentro a la guerrera, con sus enormes fauces y su aspecto temible.
Sin creérmelo aún, trato de atraparla y su reacción aunque me pilla por sorpresa, no me defrauda. Me clava sus colmillos con toda su fuerza, que no es poca, tratándose de una hormiga y me hace maldecir y quejarme, aunque una parte de mí se siente pletórico de tener entre los dedos a esta pequeña rabiosa.
De repente esa visita ha tenido un sentido extra y aunque después del encuentro me quedo con las yemas de los dedos doloridas e infectadas por los colmillos que me hincó a placer, lo doy por bueno, porque ese día terminé una búsqueda. Como no puede ser de otra forma, ya tengo otra en mente...